La oración no es mas que el acto de comunicarnos con Dios. Es abrirle nuestro corazón como a un amigo; y por supuesto, si Dios es nuestro amigo, no iremos a hablar (orar) con él solo cuando lo necesitamos. 

La oración no es sinónimo de pedir; es hablar con Dios cuando estamos contentos, afligidos, desesperados, cuando necesitamos desahogarnos, cuando necesitamos un consejo, es ir al señor para agradecerle por todas las bendiciones que nos da, y por su cuidado para con nosotros.

La oración nos da poder y nos permite vencer las pruebas. Nos acerca más a Dios y nos permite tener una relación más amena con él.

Santiago 5:15 nos dice: ´´Y la oración de fe dará salud al enfermo, y el señor lo levantará. Y si ah cometido pecados, le serán perdonados´´.

Debemos saber también, que la oración sin fe, no vale de nada. Pues la fe en que Dios obrará conforme a su voluntad y como sea mejor para nosotros, es la que hace que las cosas sean posibles, nos ayuda a aceptar la respuesta de Dios a nuestras oraciones.

´´Tú oyes la oración; a ti acudirá todo ser´´. Sal. 65:2

Si oramos en todo momento, veremos el poder de Dios reflejado en nuestras vidas.